viernes, 30 de noviembre de 2007

Duras críticas al estudio sobre balanzas fiscales de la Fundación BBVA: El Colegio de Economistas y varios Catedráticos critican su FALTA DE RIGOR


El "estudio" que ha patrocinado la Fundación BBVA sobre las balanzas fiscales de España sólo puede calificarse de erróneo, parcial, incompleto y muy poco novedoso. Sus autores, los profesores Uriel y Barberán, utilizaron para su elaboración un método que no es aceptado por la mayor parte de los economistas y que no se utiliza en los países occidentales (los países de nuestra cultura y entorno jurídicos y económicos), como Alemania o EEUU, en los que sí se publican oficialmente las balanzas fiscales interterritoriales.

Ese método erróneo para calcular las balanzas fiscales es el llamado "carga-beneficio" o incluso "de enfoque del beneficio", como lo ha definido el Catedrático Xavier Sala i Martín.

Realmente, el método científico más adecuado y que mayor consenso doctrinal tiene en la comunidad científica económica internacional es el llamado del "flujo monetario", que los autores del estudio de la Fundación del BBVA se han negado siempre a utilizar (la Fundación BBVA no es la primera vez que publica un estudio parecido al presentado el pasado 28/11/2007, sino que en anteriores ocasiones ha financiado estudios parecidos y obras de los mismos autores, que llegaban, exactamente, a los mismos y erróneos resultados. Destáquese, entre otras, la siguiente obra: "Una aproximación a las balanzas fiscales de las comunidades autónomas", de Ezequiel Uriel Jiménez. Fundación BBVA, 2003. ISBN 84-95163-76-4).

No voy a entrar aquí (o ahora) a valorar o calificar los intereses, o intenciones políticas españolistas más que evidentes, de quienes utilizan ese método erróneo de cálculo de las balanzas fiscales, con el que realmente sólo se obtienen resultados divergentes o contradictorios en lo que respecta al déficit fiscal de Madrid (que exageran de una forma inaceptable, ignorando por completo el efecto de la capitalidad del Estado que ostenta Madrid). Pero sí voy a recoger las críticas que ha suscitado entre los economistas, nuevamente, el que la Fundación BBVA vuelva a patrocinar una obra o estudio parcial, incompleto y severamente criticado por buena parte de los expertos y catedráticos de Economía.

Una de esas críticas, severas y rotundas, ha sido la del Catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, Guillem López Casasnovas, quien está considerado como un auténtico sabio, un fijo en casi todos los comités de sabios de España sobre sanidad, financiación y balanzas fiscales, sea cual sea el signo político de los gobiernos que los crean. Este eminente profesor rechaza que con los datos de la Fundación BBVA se pueda decir que Madrid haga un esfuerzo fical mayor, ya que ignora por completo el efecto de la capitalidad del Estado y, además, reparte inversiones hechas en Madrid, localizadas en Madrid, exclusivamente, como si se hubieran hecho o "beneficiado" a todos los españoles.

Asimismo, según su parecer, se ha perdido nuevamente una gran oportunidad de mostrar los números de todas las CCAA con las dos metodologías, algo que "tendría que hacer el Gobierno", recordaba el sabio profesor.

Estas manifestaciones del catedrático López Casasnovas pueden leerse aquí.

Igualmente, el Colegio de Economistas de Catalunya ha criticado con dureza el escaso rigor del estudio de la Fundación BBVA. En un comunicado de hace esacasa horas, su junta de gobierno denuncia la falta de rigor en algunos resultados publicados sobre el análisis de la balanza fiscal de Cataluña respecto al resto de España.

Según este colegio profesional, existen dos metodologías para calcular las balanzas fiscales de los territorios, por lo que es "improcedente" publicar un estudio que no utilice ambos criterios.

La realidad, dicen los economistas, es clara y contundente en cuanto a la existencia de un pronunciado déficit fiscal de Cataluña con el Gobierno que está ahogando a la sociedad catalana.

Finalmente, este post debe concluir, con la noticia reciente, respecto a la nueva negativa del Gobierno central de hacer públicas, oficialmente, las balanzas fiscales de España. Y es que no sólo la derecha rancia españolista es la interesada, al parecer, en que no se conozcan jamás las balanzas fiscales en España. (Por cierto, repugnante, una vez más, el editorial del casposo ABC de hoy)

Democracia es transparencia. Y la solidaridad interterritorial, principio esencial de quienes nos definimos como socialdemócratas, no puede sustentarse en el oscurantismo o la tergiversación interesada de la información.

Enlazan con este post los siguientes webs o blogs:
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16 comentarios:

Anónimo dijo...

He pujat aquesta entrada a remou-me perquè em sembla que se n'ha de fer resò abans d'anar totes i tots a la mani de demà:


SOM UNA NACIÓ I TENIM EL DRET A DECIDIR!!!

http://www.remoume.net/story/catedratic-deconomia-guillem-lopez-casasnovas-ha-criticat-amb-duresa-l

Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad dijo...

Moltes gràcies, lorreinne.

He comprovat que des de fa uns dies rebia visites d'aquest clon del meneame. Coneixia la tafanera però no pas aquesta (que està molt mal traduida, per cert).

Em permetràs que faci una correcció i posi amb html l'enllaç que dones perquè sigui més còmode accedir-hi, oi?

http://www.remoume.net/story/catedratic-deconomia-guillem-lopez-casasnovas-ha-criticat-amb-duresa-l

Gràcies per la lectura i comentari.

Xavier - Tarragona
Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad

Anónimo dijo...

"La realidad, dicen los economistas, es clara y contundente en cuanto a la existencia de un pronunciado déficit fiscal de Cataluña con el Gobierno que está ahogando a la sociedad catalana."

Más que un blog, esto parece un panfleto soviético.

Anónimo dijo...

Xavier Sala i Martí "El payaso de Mikolor" es un economista serio y objetivo que nunca dejaría que sus sentimientos nacionales influyeran en sus juicios.

Para más documentación, visiten su blog...

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com/articulo/economia/indice/pobreza/Extremadura/veces/mayor/Navarra/Pais/Vasco/elpepueco/20071130elpepueco_7/Tes

Pero claro, los españolistas son pobres porque son unos vagos, y necesitan sacarle el líquido a los catalanes, que son trabajadores.

Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad dijo...

Al anónimo de los 3 últimos comentarios (que es el mismo):

1º: en este blog se moderan los comentarios para impedir que se cuele un solo insulto a nadie. Has llamado "payaso" al Dr.Sala i Martín, pero creo que eso te debería ofender más a ti que a él, por lo que lhe decidio publicarlo para que quede constancia de tu inapreciable educación.

2º: el artículo de El País precisamente trata de Navrra y el País Vasco que no ayudan en nada, ni con un solo céntimo a Extremadura, mientras que Cataluña es la principal fuente de solidaridad (en 2º lugar está Madrid) para y con Extremadura y resto de CCAA "pobres" españolas... ¡que son casi todas, que ese es el problema!

3º: Deberías, además, mejorar tu comprensión lectora, ya que lo que me atribuyes en tu primer es algo que dice el Colegio de Economistas, no yo (aunque lo suscribo por completo)comentario.

Xavier - Tarragona
Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad

Hannah dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con este enunciado tuyo: "...Democracia es transparencia. Y la solidaridad interterritorial, principio esencial de quienes nos definimos como socialdemócratas, no puede sustentarse en el oscurantismo o la tergiversación interesada de la información." ...pues parece que algo tan diáfano y elemental no lo tiene todo el mundo claro, ni siquiera el resto de socialdemócratas...
Un abrazo
Hannah

Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad dijo...

Hola Hannah y gracias! :-)

Realmente, así es. El socialismo o la socialdemocracia europea tiene en ello un principio esencial,que nos diferencia de los liberales, conservadores, demócrata-cristianos, etc: la solidaridad interterritorial. Pero lo que no podemos es dejar de ver y estudiar si -como se viene denunciando desde Catalunya desde hace años, de los años 70 y 80-, no se están satisfaciendo las necesidades básicas en infraestructuras, esencialmente, del principal territorio generador de riqueza de España, que es Cataluña.

Y yo entiendo, en parte, la postura del PSOE (que no tanto la del PSC, que está teniendo un comportamiento esquizofrénico en esta cuestión), porque en España las diferencias entre CCAA son enormes y hay demasiadoas CCAA que son receptoras netas de la solidaridad interterritorial. Y, además, porque la mayor parte de la población ni sabe ni tiene tiempo de saber qué narices es esto de las balanzas fiscales, con lo que se crearía un cúmulo de agravios y enfrentamientos interterritoriales (que ocurriría, vamos, estoy seguro. Si pasa con el tema del agua, ¡cómo no va a pasar con el tema de "los dineros"!)

Aquí tenemos, no obstante, una norma en vigor que reconoce y trata de solucionar el problema: la Disposición Adicional 3ª del Estatuto del 2006, que garantiza durante 7 años, una inversión en infraestructuras en Cataluña equivalente a su porcentaje del PIB español. Por cierto, disposición que también tiene recurrida ante el Constitucional el PP, aunque el PP catalán la aceptó y votó a favor en el Parlament catalán.

En fin, ¡cómo me enrollo! :-PPP Gracias por la visita y buen fin de semana, Hannah!

¡Salud!

Xavier - Tarragona
Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad

Anónimo dijo...

Hola Xavier. Has tingut accés al document complet de les balances del BBVA? He vist a la web que l'acompanyen amb un CD. Seria interessant comprovar si hi ha dades en brut al CD doncs es podria intentar extreure'n les balances fiscals amb la metodologia de flux monetari de les seves pròpies dades.
Sóc informàtic i hi tinc la mà trencada amb aquestes coses. Hi puc donar un cop de mà!
Salut!

Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad dijo...

Hola kokoloko!

A veure si demà tinc més informació d'un estudi que s'ha de publicar properament, fent servir el métode del fluxe monetari.

Igualment, molts gràcies per l'oferiment. Ho tindré present però en aquest tipus d'estudis no donen mai "dades brutes" sinó generalment, ja cuinades. Ho fan per molts motius, inclosa la possible còpia o "pirateig" de dades no et pensis. :-P

A veure si tinc més informació els propers dies (que estic una mica desconnectat, que me'n vaig uns dies fora) :-)

Salut company!

Xavier - Tarragona
Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad

Un indígena dijo...

M'acaben de passar això (El Periódico):

La despesa de la T-4, exclosa

El gasto de la T-4, excluido

Anónimo dijo...

Ja m'ho pensava que no donarien dades "brutes". Vés a saber que hi ha al CD doncs! Publicitat del BBVA! :)

Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad dijo...

Company indigenes,

És totalment cert! I sempre que fan servir aquest "métode" de càlcul, fan arbitrarietats tan poc científiques com aquesta d'excloure l'obra pública més important a Espanya, després de l'AVE, de les balances fiscals. O incloure només el 75% de la inversió feta a El Prado per a Madrid, repartint la resta com a inversió feta a altres CCAA. Insisteixo a dir que és un métode absurd i molt criticat pels experts i que no es fa servir enlloc més del món.

Sortirà ben aviat un nou Informe sobre Balances Fiscals (que malauradament no serà oficial), fet per la Fundació Josep Irla. Aquest farà servir el métode del fluce monetari. Un petit tast del que hi dirà: el déficit fiscal anual de cada català és de 3.200 € (3 cops més del que diu la Fund.BBVA)

Salut companys!

Xavier - Tarragona
Maniobras Orquestales... en la Blogscuridad

Anónimo dijo...

VISCA CATALUNYA LLIURE 2014 //// .
WWW.MARC-SABATES.COM

Anónimo dijo...

Saludos y felicidades por tus aportaciones. Quiero hacer un comentario que no se si tiene mucho que ver con lo que se está tratando aquí. Es sobre lo que el estatuto de Catalunya preve para los próximos siete años. Copio lo que has escrito: "la Disposición Adicional 3ª del Estatuto del 2006, que garantiza durante 7 años, una inversión en infraestructuras en Cataluña equivalente a su porcentaje del PIB español". Os parece correcto esto? Este fue uno de los motivos por los que voté en contra del estatuto. Según esto, durante 7 años Catalunya tendrá lo que le pertoca. Pues si es lo que se merece, empezemos hablando de 50 años como mínimo, no? Siete años es una miseria. Además estos 7 años coinciden con el período en que se construirá el AVE, infraestructura muy costosa pero de la que se beneficiará toda España y que hace 15 años que se tendría que haber hecho. Saludos

Anónimo dijo...

El Déficit Fiscal de Catalunya con España: Un Análisis Divulgativo
No es el Vampiro quien Da la Sangre
En un informativo de TVE1 que se emitió en el verano de 1998, se entrevistaba a una pareja de turistas españoles que habían venido a pasar unos días en Catalunya. Estaban dentro del coche, visiblemente irritados. Mientras el marido ponía cara de circunstancias, la señora gritaba al entrevistador diciendo: "Es que estos catalanes son unos robagallinas. No solamente van a Madrid a chantajear al gobierno y quedarse con nuestro dinero, sino que encima, cuando venimos a Cataluña, ¡nos hacen pagar hasta para ir por las autopistas!"
Situaciones como esta son bastante comunes y son el fruto de una campaña de intoxicación de información que se ha traído desde varios sectores de la sociedad y la política española. La verdad, pero, es bien diferente: no sólo los catalanes tenemos la desgracia de pagar peajes cada día por ir a trabajar mientras que otras sólo pagan cuando van de vacaciones sino que, además, nuestra relación fiscal con el resto del Estado español nos es muy desfavorable puesto que mantenemos un enorme déficit fiscal. No es el vampiro quien da la sangre. Por este motivo, en Òmnium Cultural creemos que es importante que la sociedad sepa la verdad y por eso es por lo que hemos creado un documento que intenta explicar el problema del déficit fiscal de Catalunya en España de una manera clara, entendedora y asequible para todo el mundo.
Qué quiere decir que Catalunya tiene un Déficit Fiscal con España?
Toda política económica comporta redistribución de recursos. Cuando un ayuntamiento pone impuestos sobre la propiedad y utiliza el dinero recaudado por asfaltar una calle que acaba siendo utilizado por todos los ciudadanos del pueblo, las familias que tienen más propiedades acaban pagando más dinero que la gente que tienen menos, mientras que acaban disfrutando por igual de la calle asfaltada. De alguna manera, pues, es como si la política del ayuntamiento redistribuyera dinero de las familias que tienen más propiedades a las que tienen menos. Esto es, hasta cierto punto, normal. Los problemas empiezan cuando el ayuntamiento, tras recaudar impuestos de todos los ciudadanos, insiste a gastarse sistemáticamente todo el dinero en un determinado barrio, ya sea porque es el barrio donde vive el alcalde o donde este tiene la mayor parte del electorado. Es entonces cuando una parte de la población tiene derecho a quejarse de un tratamiento fiscal injusto. En las sociedades occidentales similares a nuestra se puede decir que, en general, la redistribución tiende a ser de los ciudadanos más ricos hacia los más pobres. La razón es bien simple. De una parte, los impuestos tienden a ser progresivos: quienes más tiene, más paga. De otra parte, los servicios que los ciudadanos ricos reciben del gobierno (ya sean escuelas, carreteras, policía, subsidios o lo que sea) no tienen porque ser superiores a los servicios que reciben los ciudadanos menos ricos. Lógicamente, lo mismo pasa si en lugar de hablar de ciudadanos hablamos de pueblos, regiones o comunidades enteras. Por ejemplo, todos los pueblos del Estado español (incluyendo el catalán) pagan impuestos al gobierno de Madrid. El gobierno coge el dinero y los gasta de diferentes maneras. Algunas de estos gastos se hacen en Catalunya. Entre estos hay el dinero que el gobierno de Madrid da al de la Generalitat para financiar su presupuesto. También se incluye el dinero que el gobierno de Madrid invierte directamente en Catalunya a través, por ejemplo, del Ministerio de Fomento o las pensiones que los abuelos catalanes reciben de la seguridad social. Otros gastos no se hacen directamente enCatalunya pero benefician los catalanes. Un ejemplo de esto sería el salario del ministro de cultura: pese a que el salario se paga en Madrid, en la medida que el ministro hace un trabajo que nos "beneficia" a todos, todos hemos de ayudar a financiarlo. Lo mismo pasa con los gastos militares y muchas otros que se deben hacer en la capital del Estado, pero que todos los ciudadanos del Estado deben financiar de manera solidaria puesto que también se benefician. A final del año, una vez se han producido todos estos pagos, es normal que una comunidad como Catalunya se pregunte cuánto dinero ha pagado en impuestos y qué servicios ha recibido a cambio. Al fin y al cabo, en un país democrático todo ciudadano tiene el derecho de saber qué hace el gobierno con su dinero. La diferencia entre todo el dinero que Catalunya paga al gobierno español y todo el dinero que vuelve a Catalunya, de manera directa o indirecta, es el que s denomina balanza fiscal de Catalunya en relación con España. Cuando Catalunya paga más de lo que recibe, se dice que Catalunya tiene un déficit fiscal con España.
La Magnitud de la Tragedia
Calcular la magnitud del déficit fiscal catalán no es fácil. Y no lo es por dos razones. La primera es que el gobierno de Madrid no publica los datos fiscales, pese a una resolución del "Congreso de los Diputados" que le insta a publicarlas. La segunda dificultad es de carácter técnico. Como ya hemos dicho, una parte del gasto que "beneficia" a los catalanes no se hace directamente en Catalunya sino en Madrid, cosa que complica enormemente los cálculos del gasto territorial que corresponde en Catalunya. Estas dificultades no han impedido, pero, que algunos economistas hayan intentado hacer el trabajo que debía haber hecho el gobierno de Madrid y hayan calculado el déficit por su cuenta. Algunos de estos estudios han sido publicados en el libro editado por Òmnium Cultural, "Catalunya y España: Una Relación Económica y Fiscal a Revisar" (ed. Proa, 1998). Estos estudios estiman que el déficit fiscal de Catalunya en España en los últimos años se sitúa entre el 7,5% y el 10% del producto interior bruto catalán. Es decir, de cada 100 pesetas de renta generadas en Catalunya, entre 7,5 y 10 pesetas marchan en Madrid a cambio de nada. Para el año 1998, pues, el déficit se situaría entre 1,1 billones y 1,5 billones de pesetas. Lógicamente, podríamos dar números bastante más ajustados si el gobierno central cumpliera la resolución del congreso e hiciera públicas las balanzas fiscales de todas las comunidades. El dato que a menudo se emplea es la d’1,2 billones de pesetas. Es importante insistir en que estos 1,2 billones son el déficit fiscal y no el dinero que los ciudadanos de Catalunya pagan en Madrid. Los catalanes pagamos más de 5 billones de pesetas. Ahora bien, esto no es el déficit puesto que la mayor parte de este dinero o bien vuelven directamente a Catalunya o bien sirven por financiar los gastos del Estado de las cuales, o bien todos nos beneficiamos o bien hemos de ayudar a pagar de manera solidaria. Los 1,2 billones de pesetas son la diferencia entre el que pagamos y lo que recibimos a cambio. Es decir, son dinero que marcha en Madrid...a cambio de nada. Antes de escandalizarnos por el hecho que los catalanes pagamos más que no recibimos del gobierno español, hace falta recordar que es normal que los ciudadanos ricos tiendan a pagar más que no a recibir del gobierno. Por lo tanto, como que Catalunya es una comunidad relativamente rica, es normal que tenga un déficit fiscal. La pregunta, pues, no es si es normal que Catalunya tenga un déficit fiscal sino si es normal que el déficit sea de 1,2 billones de pesetas. Cuánto dinero son 1,2 billones de pesetas? Las magnitudes macroeconómicas, como los traspasos de los futbolistas, son tan grandes que a menudo se nos hace difícil entender la dimensión real. (Puesto que hablamos de futbolistas, hace falta recordar que el traspaso del Ronaldo al Inter se hubiera podido evitar, con 4.000 millones de pesetas. Es decir, con 1,2 billones de pesetas los catalanes nos podríamos comprar 300 Ronaldos cada año!) Una manera sencilla de cuantificar la magnitud del déficit fiscal de manera entendedora es calcular cuanto pagamos cada uno de nosotros. Si hacemos los cálculos, encontraremos que un déficit de 1,2 billones de pesetas representa una media de 800.000 pesetas anuales por familia. Dicho de manera sencilla, pues, se puede decir que la familia típica catalana envía en Madrid unas 800.000 pesetas cada año (unas 66.000 pesetas cada mes)...a cambio de nada. Preguntaos qué haríais con 800.000 pesetas adicionales cada año! Preguntaos qué haríais con 66.000 pesetas cada mes! Comprar una casa más grande? Comprar un coche pequeño cada dos años? Comprar un coche grande cada 5 años? Traer toda la familia a Disney World (el de Florida, no el de París) cada año? Trabajar menos? Llevar a los niños a las mejores escuelas? Curar al abuelo en los mejores hospitales? "No seáis demagogs!", exclamarían ahora los detractores, "No digáis esto puesto que, si se eliminara el déficit fiscal, no es cierto que la familia típica recibiría un cheque de 800.000 pesetas cada año!" Y los detractores estarían equivocados: si los catalanes tuviéramos poder de decisión sobre como gastar este dinero podríamos decidir, por qué no?, rebajar los impuestos que pagamos, lo cual aumentaría los ingresos limpios de la familia típica catalana en unas 800.000 pesetas cada año. Ahora bien, si los catalanes pudiéramos decidir qué hacer con todo este dinero que ahora marcha a Madrid (...a cambio de nada), seguramente no decidiríamos bajar los impuestos. Seguramente los utilizaríamos por hacer obras públicas, aeropuertos, hospitales, escuelas, universidades y otras cosas que el país necesita. Qué se podría hacer con 1,2 billones de pesetas anuales? Un ejemplo que ilumina bastando el significado real de la cifra de 1,2 billones de pesetas nos lo da uno de los milagros urbanísticos más impresionantes que se han visto en la última década: la transformación de Barcelona durante los Juegos Olímpicos del 1992. Barcelona pasó de ser una ciudad gris, sucia, mal comunicada y con poca infraestructura hotelera a ser una ciudad nueva, limpia, guapa y atractiva turísticamente. Esta casi milagrosa transformación, no tan sólo ha permitido a todos los ciudadanos disfrutar de una ciudad mejor sino que ha aumentando el atractivo de la ciudad para turistas y conferenciantes, cosa que está generando mucha riqueza adicional. La pregunta es: cuánto dinero costó todo este cambio? Pues bien, si sumamos todos los gastos relacionados con las olimpiadas (infrastructures, aeropuerto, rondas, netejament de fachadas, calles, estadios, Villa Olímpica, Puerto Viejo, Puerto Olímpico, etc.), obtenemos un coste total de 800.000 millones de pesetas. Es decir, si en lugar de enviar anualmente los 1,2 billones de pesetas en Madrid (...a cambio de nada), los dedicáramos a inversiones dentro de Catalunya, entonces cada año podríamos hacer un milagro similar al que hemos hecho con Barcelona y todavía nos sobrarían 400.000 millones pesetas para construir un parque como Port Aventura-Universal Studios y 40 parejas de hermanos De Boer cada año! Lógicamente, con los 1,2 billones de pesetas quizás no querríamos hacer unas olimpiadas cada año, bajar impuestos, comprar autopistas, construir parques de atracciones o adquirir parejas de hermanos De Boer. Durante los próximos cinco años, los catalanes enviaremos en Madrid unos 6 billones de pesetas. Poner las infraestructures viarias (carreteras, puertos, aeropuertos) a nivel mediano europeo costaría unos 1,5 billones de pesetas. Recuperar el nivel de infrastructures culturales y escolares (escuelas, universidades, patrimonio histórico) costaría 1 billón. Absorber el déficit sanitario (eliminar colas a la sanidad, construcción de áreas básicas sanitarias) podría costar 800.000 millones. Crear estructuras de calidad y de apoyo a la economía productiva (búsqueda y desarrollo, comunicación, apoyo a las pymes) costaría otro billón. Sumado todo, vemos que la eliminación del déficit podría comportar que Catalunya se pusiera a nivel europeo en cuestión de cinco años, y todavía nos sobrarían unos 1,7 billones para rescatar las autopistas, bajar los impuestos o ser solidarios con las regiones pobres de España o Europa. Lo que es importante entender es que la magnitud del déficit fiscal que Catalunya tiene con España es exorbitante y desmesurada y que si se invirtiera este dinero en Catalunya, el panorama económico de nuestro país cambiaría de manera radical.

Porque se produce el déficit fiscal?
Hasta cierto punto, el monumental déficit fiscal de Catalunya no es fruto de una decisión consciente del gobierno de Madrid que dice: "tomaremos 1,2 billones de pesetas de los catalanes y los daremos a las comunidades españolas". Catalunya forma parte del sistema fiscal español y, por lo tanto, estamos sujetos al mismo sistema de impuestos. Es decir, si un ciudadano de Extremadura cobra lo mismo que un ciudadano de Catalunya, pagará los mismos impuestos. Desde este punto de vista, pues, no se puede decir que el ciudadano catalán esté discriminado. Ahora bien, como que el ciudadano típico catalán gana más que el ciudadano extremeño, paga más dinero en impuestos puesto que el sistema impositivo español es progresivo (y decimos "hasta cierto punto" porque los catalanes debemos tener poder de decisión sobre los impuestos que queremos pagar. Nosotros, como país, debemos poder regular al menos una parte importante de los impuestos que nuestras familias, nuestras empresas y nuestros trabajadores pagan puesto que esto afecta no sólo el bienestar de nuestro pueblo sino la productividad de nuestra economía.)
El tema del gasto y la inversión pública, sin embargo, es bien diferente. El gobierno central tiene la capacidad de decidir si hace gastos e inversiones públicas en un pueblo o en otro, en una ciudad u otra, o en una comunidad u otra. Y es esta discrecionalidad la que genera déficits fiscales más o menos grandes y la que puede dar lugar a agravios comparativos. Tal y como pasa en el ejemplo del pueblo que hemos mencionado antes, si el gobierno cobra de todos los ciudadanos pero hace un gasto desproporcionadamente elevado en las regiones que le interesa (por razones electorales o por simple favoritismo), entonces se pueden producir déficits fiscales injustos e inaceptables. Y esta es la situación que genera el déficit fiscal catalán. Por ejemplo, pese a que Catalunya tiene el 16% de la población estatal, representa el 20% del PIB y aporta el 23% de los impuestos, la inversión regionalizada del Estado en Catalunya, en la etapa 1982-1998, ha significado tan sólo el 8,5% del total. Y es este trato discriminatorio la causa principal del espectacular déficit fiscal catalán.
En Dos Palabras: Injustificable
Una vez explicado qué representa tener un déficit de 1,2 billones, nos debemos preguntar si esta situación es normal, justa o justificable. Ya hemos dicho que es normal que las comunidades ricas tengan déficits fiscales. Por lo tanto, en la medida que Catalunya es relativamente rica y que es parte de España, será normal que Catalunya tenga un déficit fiscal. La pregunta, pero, no es si se puede justificar que Catalunya tenga un déficit fiscal en España, sino si es justo que la dimensión de este déficit se acerque a los 1,2 billones de pesetas. Algunos políticos y medios de comunicación han intentado justificar esta magnitud de diferentes maneras que pasamos a discutir.
Primera "Justificación": El Déficit es Normal en un Contexto Internacional
Una manera de justificar el déficit fiscal catalán es decir que hay muchas regiones europeas que tienen déficits fiscales similares. Normalmente, quienes argumenta esto dan algunos datos de regiones ricas alemanas y muestra que, efectivamente, tienen déficits similares. La comparación, pero, no se debe hacer con las regiones ricas de Alemana sino con las regiones europeas que tienen un nivel de riqueza similar al de Catalunya, y esto es lo que hacemos en el Cuadro 1. En la primera columna se ve la renta por persona de cada comunidad. Vemos que, si ponemos que Europa tiene una renta mediana de 1, Catalunya tiene una renta de 0.93. Es decir, la renta por capita catalana no llega a la media europea! Las regiones que tienen una renta más o menos similar son las listadas a la tabla. Por ejemplo, la Aquitània francesa tiene una renta algo superior a la nuestra mientras que la región de Mediodía-Pirineo francesa tiene una renta algo inferior. La segunda columna muestra el déficit fiscal que cada una de estas regiones tiene con sus gobiernos respectivos como porcentaje de su PIB. Como ya hemos señalado, el déficit fiscal de Catalunya respeto al de España está cerca del 10% del PIB (un número negativo significa déficit, mientras que un número positivo significa superávit fiscal). Vemos que, de las 14 regiones mostradas, 9 tienen un superávit fiscal. De las restantes, ninguna región tiene un déficit superior al 3% del PIB y sólo dos regiones tienen un déficit superior al 2%. Un déficit fiscal en Catalunya que ronda el 10% del PIB, pues, no se puede justificar de ninguna forma si hacemos una comparación internacional con las regiones europeas de renta similar.
PIB per Càpita (UE=1) Saldo Fiscal
(% del PIB)
Catalunya 0.93 -9.76%
Aquitània (França) 0.95 2.31%
Migdia-Pirineus (França) 0.9 5.21%
Provença-Alps (França) 0.95 1.30%
Abruços (Itàlia) 0.91 13.65%
Úmbria (Itàlia) 1 1.08%
Suècia Oest (Suècia) 0.95 -1.22%
Suècia Sud (Suècia) 0.94 0.73%
Yorkshire (Regne Unit) 0.91 0.44%
East Midlands (Regne Unit) 0.93 -0.46%
South West (Regne Unit) 0.94 0.29%
Escòcia (Regne Unit) 0.97 5.49%
Rheinland-Pfalz (Alemanya) 1.01 -2.92%
Niedersachsen (Alemanya) 1.04 -1.13%
Lisboa-Vale do Tajo (Portugal) 0.94 -1.95%

CUADRO 1: DÉFICIT FISCAL Y PIB DE REGIONES EUROPEAS COMPARABLES en CATALUNYA. Fuennte, "Catalunya y España: una relación fiscal a revisar" página 145, Òmnium Cultural, Editorial Proa, 1998 .
Podríamos comparar cada región de Europa, no con la media europea sino con la media de las regiones del estado al que pertenece. En este sentido, Catalunya tampoco sale demasiado bien parada. La renta por càpita catalana es el 20% más alta que la media española. Entre las regiones que tienen un 20% de renta más que la media de sus países hay la Isla de Francia, la Emilia-Romaña y la Lombardia italianas, Baviera y Baden-Württemberg alemanas, el South East británico y Estocolmo sueco. Pues bien, entre todas estas regiones, sólo las dos italianas tienen déficits fiscales comparables a los catalanes (y todos sabemos de las quejas que la Lombardia italiana hace de los excesivos déficits fiscales en relación a Italia).
Sin dejar las comparaciones internacionales, hay quienes dice que es normal que en España haya más redistribución porque los "desequilibrios regionales" en España son más grandes que los de otros países europeos. Esta afirmación tampoco se ajusta a la realidad. Un estudio de la Comisión Europea calcula una medida de tales "desequilibrios regionales" y muestra que el país más "desequilibrado" es Alemania con un coeficiente de 32,7, seguido de Francia (27,2), Italia (24,5), Reino Unido (19) y España (15). Por lo tanto, las comparaciones internacionales de desigualdades de rentas regionales no justifican el colosal déficit fiscal catalán.
Segunda "Justificación": El Dèficit nos Interesa para Financiar el Superàvit Comercial.
Una segunda justificación a menudo apuntada por economistas y observadores dice que el déficit fiscal es bueno para Catalunya puesto que potencia las ventas de productos catalanes en España. Este argumento se expresa de diferentes maneras. Todos hemos oído decir: "Como que España es el principal mercado de los productos catalanes, el déficit fiscal beneficia la industria catalana porque aumenta el nivel de vida de nuestros principales compradores", "no se puede hablar de déficit fiscal sin tener en cuenta la balanza comercial", o bien "Catalunya no se puede quejar del déficit fiscal y no mirar las ganancias que obtiene de vender al mercado español". Pese a que estos argumentos están a menudo rodeados de una retórica económica que los hace parecer ciertos, son argumentos absolutamente insostenibles: a Catalunya NO le interesa tener un déficit fiscal por financiar un superávit comercial. Vamos por partes.
La balanza comercial es la diferencia entre el que Catalunya vende en España y lo que España vende en Catalunya. Como que Catalunya vende a España más que no compra, se dice que Catalunya tiene un superávit comercial. Justo es decir que cuando los consumidores españoles compran productos catalanes lo hacen de manera voluntaria e intercambian su dinero por mercancías catalanas: el dinero va de España a Catalunya y, a cambio, las mercancías van de Catalunya a España. Hay gente que, siguiendo este razonamiento, cae en la tentación de decir: si los españoles no tuvieran dinero, no nos comprarían productos. Y esto es bien cierto. Lo que no es cierto, es que esto quiera decir que nos interese darles dinero (a cambio de nada) para que nos puedan comprar: a ningún tendero catalán le interesa salir a la calle a regalar billetes de mil para que la gente entre a comprar sus productos. Es cierto que si lo hiciera vendería más. Pero no es cierto que le interese. Y no le interesará por dos razones. Primera, si regala dinero a la primera señora que pasa, no tiene ninguna garantía que esta señora gastará dinero en su tienda (los españoles pueden decidir NO gastar el dinero que les regalamos en productos catalanes. De hecho, ellos se gastan una parte pequeña de su dinero en productos catalanes, y cuando regalamos 1000 pesetas ellos sólo se gastan 100 en Catalunya, el negocio ya no parece tan bueno).
Segunda, incluso en el supuesto de que se gasten todo el dinero en nuestros productos no nos interesaría regalarles el dinero. ¿Cree alguien que a alguna tendera le interesa regalar 10.000 pesetas a cambio que la persona que recibe el regalo se gaste las 10.000 pesetas comprando unos pantalones? Claramente no, puesto que la tendera debe calcular que, antes del regalo, tiene 10.000 pesetas más unos pantalones. Tras la operación sólo tiene las 10.000 pesetas por lo cual, en el total de la operación, no sólo no ha ganado nada si no que, además, ha perdido los pantalones! Puede que le guste regalar pantalones, pero de ninguna forma es cierto que le interesa regalar dinero para aumentar las ventas. Lo que sí es cierto es que a los catalanes nos interesa que nuestros clientes sean ricos. Todos los comerciantes saben que venden más si los clientes tienen dinero. Ahora bien, qué hacen los comerciantes cuando los clientes no tienen dinero y quieren vender? Pues dan un crédito. Y si Catalunya quiere vender productos a ciudadanos españoles y estos no tienen dinero, lo que nos interesaría hacer no es darles dinero a través de déficits fiscales sino hacer préstamos. Si lo hiciéramos así, los flujos comerciales entre Catalunya y España serían idénticos a los que hay ahora. La diferencia es que al final de la operación los catalanes seríamos los propietarios de unos activos financieros que los españoles nos deberían devolver. Los catalanes podríamos ser los propietarios de innumerables negocios por toda España. Es más, Barcelona podría ser el centro financiero europeo que no es, a diferencia de Milán o Frankfurt (dos ciudades que, como Barcelona, no son capitales de Estado y son centros financieros importantes).
En definitiva, pues, el déficit fiscal no se puede justificar con el argumento de que nos interesa para ampliar nuestros mercados. Quizás querríamos tener déficit por otras razones, pero no porque nos interese económicamente.

Tercera "Justificación": Catalunya tiene una Deuda Histórica que debe Retornar
Una tercera justificación que a menudo se propone para la existencia de un déficit fiscal de 1,2 billones de pesetas dice que la industria catalana se desarrolló en el siglo pasado y principios de este (XX) gracias al proteccionismo del gobierno español: el gobierno español cerraba las fronteras y no dejaba que los productos de otros países europeos entraran en al mercado español, cosa que daba un privilegio a los productos catalanes. Gracias a esto, diría el argumento, la industria catalana se desarrolló y Catalunya adquirió una deuda histórica con España. El déficit fiscal, dicen los defensores de esta idea, es una compensación por esta deuda adquirida. Desafortunadamente, este argumento tampoco justifica un déficit fiscal d’1,2 billones de pesetas por varias razones. Primera, es cierto que la industria catalana se desarrolló en la época en qué España era proteccionista. Ahora bien, esto no quiere decir que se desarrollara gracias al proteccionismo español. De hecho, otras muchas industrias de otros muchos países se desarrollaron justo al mismo tiempo. Quiere decir esto que le deben dinero al gobierno español? Segunda, más importante que las industrias que se desarrollaron en cualquier parte del mundo, es interesante ver las que NO se desarrollaron. Al fin y al cabo, el proteccionismo español protegía tanto los vendedores catalanes como los castellanos o extremeños. Cómo es que en estos otros lugares no se desarrolló la industria tanto como en Catalunya? No será que, más que el proteccionismo del gobierno, el que desarrolló la industria catalana fue la iniciativa y la creatividad del empresario catalán y la fuerza del trabajador catalán? Si es así, a santo de qué tenemos una deuda histórica? Tercera, además de una política proteccionista, el gobierno español de la época tenía otras políticas económicas, muchas de las cuales
perjudicaban ostensiblemente a Catalunya. Dos ejemplos son los elevados impuestos de transmisiones patrimoniales y el descarado favoritismo por las grandes industrias y monopolios que perjudicaban la pequeña empresa catalana. Quizás en lugar de decir que la industria catalana nació y creció gracias al gobierno español deberemos decir que lo hizo pese al gobierno español. Cuarta, ya hemos señalado que es normal que Catalunya tenga un déficit fiscal porque es una comunidad rica. Lo que hace falta justificar es que el déficit sea de 1,2 billones y no hay nada en el argumento del "deuda histórica" que nos ayude a justificar esto. Es decir, suponiendo que tengamos una deuda histórica, por qué debemos pagar 1,2 billones anuales y no 0,1 billones o 50 billones? Hasta que no se mesure correctamente la deuda histórica no podemos decir qué es el pago "justo" que debemos hacer por devolver la supuesta deuda y, por lo tanto, este argumento es poco útil como justificación de la magnitud de nuestro déficit fiscal.
Cuarta "Justificación": Catalunya debe ser Solidaria con las Regiones Pobres de Espanya

Hay quien dice que tenemos un déficit fiscal, "no porque nos interesa para ampliar mercados, ni porque tengamos una deuda histórica, sino porque queremos ser solidarios con nuestros compatriotas ‘menos afortunados’. Al fin y al cabo, a nadie le gusta vivir en un estado donde las diferencias de riqueza son muy grandes. Y el déficit fiscal es una manera de reducir estas diferencias que hay entre las regiones españolas". En este sentido, los defensores del concepto de solidaridad entre comunidades autónomas dirían que no es que Catalunya dé 1,2 billones de pesetas a cambio de nada, sino que las da "a cambio de formar parte de una sociedad unificada que se llama España". Este argumento tampoco justifica el déficit fiscal que Catalunya mantiene con España. Para empezar hace falta recordar que el concepto de solidaridad se tiene que aplicar con las personas y no con las regiones o las comunidades autónomas. En este sentido, vale la pena recordar que, aun cuando es cierto que hay diferencias de renta mediana entre Catalunya y otras comunidades del Estado español, también es cierto que estas diferencias son mínimas si las comparamos con las grandes diferencias que hay entre las personas de dentro de Catalunya. Catalunya es de las comunidades donde la renta por càpita antes de impuestos y transferencias es más igual. Ahora bien, una vez contados los impuestos y las transferencias, la renta por cápita entre las personas en Catalunya es de las más desiguales de España, lo cual quiere decir que los impuestos pagados por los catalanes ricos van a parar a los ricos de otras comunicados y no a los pobres de Catalunya. De hecho, los estudios económicos indican que si elimináramos las diferencias de renta entre las comunidades españolas, sólo eliminaríamos el 11% de las diferencias de renta entre personas. Si lo que queremos es combatir la desigualdad de renta entre las personas, entonces lo que deberíamos hacer es invertir 1,2 billones de pesetas en las zonas más pobres de Catalunya y no regalar el dinero a otras comunidades para qué estas se lo puedan gastar en ampliar todavía más sus sobredimensionadas burocracias. Segunda, la solidaridad es un concepto que a menudo se emplea sin entender demasiado bien qué quiere decir. La solidaridad es cuando una región A (Catalunya) ve que las regiones B y C con quien se siente identificada (por ejemplo, las regiones de España), están en una situación mala o desesperada y decide voluntariamente darles dinero aún a sabiendas de que recibirá ayuda de estas regiones, que devolverán el favor cuando la situación se invierta. Hay cuatro aspectos de esta definición que hace falta resaltar: (1) los catalanes se deben sentir identificados con los españoles en un proyecto común de estado, (2) los catalanes deben ver que España está en una situación mala o desesperada, (3) los catalanes deben decidir dar el dinero de manera voluntaria y (4) los catalanes deben saber que, de tanto en cuanto, la solidaridad se producirá también a la inversa. Diferentes ciudadanos de Catalunya se sienten identificados con España de maneras diferentes, por lo cual sería inútil discutir aquí si "el pueblo" catalán se identifica o no con el español. Lo que está más claro es que se hace difícil argumentar que España se encuentra en una situación mala o desesperada, cuando algunas de sus comunidades deciden de manera unilateral adoptar medidas tan caras como la jornada de 35 horas, el aumento de las pensiones de sus ciudadanos o la medicamentada. Los aspectos de voluntariedad también son importantes puesto que no sólo no se ha preguntado nunca a las familias de Catalunya si realmente quieren dar 66.000 pesetas cada mes...a cambio de ser solidarios, o si prefieren dar sólo 10.000 o, como dice el anuncio, 100 pts al día. Y finalmente, la solidaridad es un concepto que funciona en las dos direcciones mientras que la situación española en los últimos 60 años sólo parece ir en una dirección: unos siempre salen ganando y los otros siempre salen perdiendo. ¿Cómo es que los españoles no son solidarios con los trabajadores catalanes que deben pagar peajes para ir a trabajar?, ¿Cómo es que el gobierno de Madrid no es solidario con el pueblo catalán cuando ve que las multinacionales cinematográficas ignoran y maltratan nuestra lengua? Tercera, se debería pensar que dos de las condiciones para describir la situación actual como "solidaridad" serian que, como mínimo, se reconociera que el esfuerzo existe haciendo públicos los datos que, por ahora, el gobierno español intenta esconder y que no se acusara los catalanes de "robar" el dinero de los ciudadanos del Estado Español, tal y como creía la señora entrevistada por TVE1 que ya hemos mencionado! Cuarta, un problema con las "ayudas" interregionales es que no parece que funcionen demasiado bien. Los estudios recientes de la evolución de las economías regionales de la comunidad europea, los Estados Unidos o Canadá demuestran que las "donaciones a cambio de nada" como las que representan los déficits fiscales no han servido por reducir las disparidades entre las regiones. De hecho, a partir de la introducción de los fondos de cohesión europeos (fondo que se crearon, precisamente, por hacer que las regiones más pobres de Europa convergieran hacia las más ricas), el proceso de convergencia real se ha parado. Otros estudios muestran que incluso quizás se debería hacer lo contrario: la mejor manera de que las comunidades del sur de España vayan bien es que Catalunya vaya bien, puesto que es el motor económico del Estado. En este sentido, regalar 1,2 billones de pesetas cada año puede ser malo tanto para CAtalunya como para estas comunidades.
Pero el problema principal de la justificación del déficit en términos de "solidaridad" es que en ningún diccionario aparece la definición de solidario atada al número 1,2 billones. Ya hemos dicho que nadie discute que Catalunya debe mantener un déficit fiscal con España porque es una comunidad relativamente rica. Lo que estamos intentando averiguar, por lo tanto, no es el signo sino la magnitud que debe tener nuestra balanza fiscal. Decir que Catalunya debe ser solidaria no justifica que el déficit sea de 1,2 billones y no de 0,5 billones o incluso 0,1 billones de pesetas. Quienes defienda la idea de que Catalunya debe ser solidaria nos tiene que explicar cómo el concepto de solidaridad justifica uno saldo de 1,2 billones y no cualquiera otra cantidad. Y esto no lo ha hecho nadie.
El Coste Real del Déficit
El déficit fiscal de Catalunya con España representa un importante drenaje de recursos que tiene unos costes sociales y económicos que pueden llegar a ser muy importantes. En la vertiente social, a menudo se dice que el déficit hace que Catalunya sea solidaria con las comunidades del Estado español y se olvida que en Catalunya mismo hay mucha pobreza. Cáritas estima que en Catalunya hay 900.000 personas que viven en situación de pobreza. Las encuestas de presupuestos familiares encargadas por el gobierno español señalan que las provincias más ricas y más industriales es dónde hay más bolsas de pobreza. En este sentido, la sociedad catalana debe poder escoger ser solidaria con la gente de casa antes de serlo con la gente de fuera. No es justo que el dinero que debería servir por ayudar a los catalanes con menos recursos acabe financiando burocracias sobredimensionadas a de otras comunidades. En el plan económico, la creación del euro ha eliminado la última red de protección económica que tenía el gobierno: la política monetaria. A partir de ahora, las empresas, los trabajadores, los consumidores y todos los ciudadanos de Catalunya deben competir en Europa a sabiendas de que, cuando las cosas no vayan bien, la política monetaria no podrá salvarlos. Por lo tanto, pese a que el euro representará muchos beneficios en Catalunya, también introducirá grandes retos que nos obligarán a ir con mucho cuidado. Es cierto que empresarios, trabajadores, consumidores, políticos, estudiantes, investigadores y todos los ciudadanos de Catalunya habrán de hacer esfuerzos para que el país pueda competir. Y también es cierto que el gobierno de Catalunya debe garantizar a los ciudadanos que podrán competir en igualdad de condiciones. En este sentido, es el gobierno quien debe garantizar que las infraestructuras y los servicios públicos de qué disfrutan los catalanes están a la altura de aquellos de los que disfruta la competencia europea.
Los últimos estudios económicos muestran que nos estamos quedando atrás: líneas de metro que nunca se construyen, trenes de alta velocidad que nunca llegan, tercera pista en el aeropuerto que nunca empieza, ampliación de los puertos más importantes que no se acabarán hasta el 2010, desdoblamiento de carreteras congestionadas que no se llevan a cabo, rondas colapsadas pocos años después de ser construidas y universidades infradotadas que no pueden ofrecer lo que la industria necesita son sólo algunas de las señales de alarma que nos avisan de que podríamos estar empezando a perder el tren de Europa. Ya hemos dicho que la eliminación del déficit nos podría poner a nivel europeo en todos estos ámbitos en cuestión de cinco años. El actual déficit fiscal está ahogando la economía catalana, pero lo más curioso del caso es que también puede estar perjudicando seriamente la economía española puesto que Catalunya es el motor económico del Estado. Estrangular la economía catalana es como matar la gallina de los huevos de oro. Algunos observadores dicen que la solución al problema fiscal es la de dejar los impuestos tal y como están y que el gasto público por habitante sea la misma en todo España. Como que, en la actualidad, el gasto por habitante que hace el gobierno central en Catalunya está por debajo de la que hace en el resto de España, esto sería, ciertamente, una buena manera de empezar. Pero no seria la solución a los problemas de Catalunya.
Para empezar, las zonas donde hay más actividad económica necesitan más infraestructures públicas (si hay más camiones, se necesitan más carreteras). Por lo tanto, la igualación del gasto por habitante traerá deficiencias crónicas a las zonas, como Catalunya, donde hay más actividad. Más importante todavía, en un mundo de libertad y democracia como el que vivimos, todo individuo debe tener el derecho de decidir si quiere traer sus niños a una buena escuela o si quiere traer los abuelos a un buen hospital cuando estos se ponen enfermos, siempre y cuando se lo paguen ellos mismos. De manera similar, una sociedad como la catalana debe tener el derecho de decidir si quiere tener un buen sistema de escuelas públicas, unos buenos hospitales, unas buenas universidades, unos buenos aeropuertos, unas pensiones más decentes y una gran red de carreteras si, como sociedad, así lo quiere y se lo puede pagar. Para conseguir esto, una sociedad necesita tener poder de decisión sobre qué y cuántos impuestos recaudar y sobre como administrar el propio gasto pública. Catalunya, y esto no lo negamos, debe ser solidaria y ayudar a pagar los gastos que el gobierno del Estado debe hacer e incluso tiene que ayudar a las regiones más pobres del estado. Una vez hecho esto, pero, los catalanes debemos tener la libertad de decidir cuántos impuestos adicionales pagaremos y como gastaremos el dinero recaudado. Porque los catalanes debemos poder tener, si así lo decidimos y si lo queremos y lo podemos pagar, las mejores escuelas de España, los mejores hospitales de Europa, y las mejores universidades del mundo. También debemos poder decidir que nuestros abuelos cobren unas pensiones superiores a las que cobran otros abuelos de otros lugares y debemos poder entrar al Siglo XXI, el siglo de la globalización, en condiciones que nos permitan, no sólo sobrevivir, sino competir en igualdad de condiciones con franceses, alemanes, japoneses y americanas.
Por todo esto, los catalanes debemos pedir que una parte más grande del dinero que nuestros ciudadanos, nuestros empresarios y nuestros trabajadores generan con su esfuerzo se queden en Catalunya y se utilicen en beneficio del pueblo catalán. No se trata de un problema folclórico. Se trata de nuestro futuro y de la supervivencia de nuestra economía y de nuestro pueblo. CATALUNYA RECLAMA LA JUSTICIA FISCAL!